La actividad física en sí es una acción esencial, no solo para el mantenimiento de una forma corporal, sino para el crecimiento y desarrollo del ser humano como persona. No podemos hablar de salud si no es incluyendo el parámetro indiscutible de la actividad deportiva, de la educación física. Por ello no se puede considerar el deporte o actividad deportiva como una actuación complementaria a nuestra actividad vital, sino que es una actividad más de nuestro desarrollo biológico, necesaria e imprescindible, pues modifica, influye y regula tanto nuestra actividad metabólica, como nutricional, vascular, hormonal, ósea, muscular...,en definitiva nos modela, ayuda y estimula, tanto en la esfera física como en la psíquica y social. En definitiva, actúa potenciando el desarrollo de la persona en todas estas facetas que son precisamente las que vienen a conformar y definir el concepto de salud.

Rivales sobre la mesa
Foto: Carlos Sanz Moral
El Tenis de Mesa es una modalidad de esa actividad física. Un deporte como todos globalizador. En el que se mezcla la técnica y la preparación física con el temperamento, la templanza, el saber estar en la mesa. En el que la observación del movimiento en un golpe debe provocar una rápida respuesta efectiva en la devolución de la bola. Un deporte en el que la sistemática y automatismo de los movimientos es esencial. Y en el que el entrenamiento, como en todos los deportes, pero en este más, es primordial.


El tenis de mesa, y no ping ponges, sin duda alguna, uno de los deportes más técnicos que existen en la actualidad. La figura del entrenador es primordialLa técnica de la posición, gestos, movimientos y toda su combinación, sumando de donde venga la pelota, su velocidad y efecto, marcan la real dificultad de este deporte; y por ello si a una persona no le enseñan todo esto, es muy difícil que por uno mismo pueda aprender a jugar al tenis de mesa de una forma eficaz.

Tan amigas tras el partido
Foto: Carlos Sanz Moral
Por ello no concebimos la subsistencia de un Club de Tenis de Mesa sin la figura del entrenador. De un entrenador que debe ser mucho más que una figura, mucho más que un elemento decorativo. Debe ser el maestro que con el conocimiento y destreza necesaria, enseña colectiva e individualmente; cuida y atiende a cada uno de sus pupilos; exige y estimula a cada uno de ellos según sus capacidades y acompaña y guía a sus palistas allá donde vayan.

Tan importante es esta figura, que la propia Federación  la debería de proteger y cuidar; y en sus clubes supervisar e incluso evaluar este aspecto, no sólo por el desarrollo y preservación del Tenis de Mesa, sino por algo más importante, porque el buen hacer en este deporte es una parte esencial del desarrollo físico, psíquico y social de nuestros jóvenes. Sin duda es un deber de la Federación y un derecho de nuestros palistas

Por ello no podemos entender que se atente a la salud de nuestros jóvenes impidiendo, obstaculizando y eliminando de nuestros clubes la figura de "ese maestro" o adulterándolo con sucedáneos para adaptarse a las normativas legales. No ahoguéis el Deporte. Dejad creced a nuestros jóvenes deportistas!!!


Dejadlas creced!!!
Foto: Carlos Sanz Moral

Publicar un comentario

 
Top